»El Col·lectiu Ronda y el Sindicat de Llogateres sientan por primera vez a un fondo buitre en el banquillo por la inclusión de una serie de «cláusulas abusivas» en el contrato de una vecina de Granollers cuyo alquiler subió de 385 a 897 euros.
Silvia Torres lleva casi seis años viviendo en un piso en Granollers (Barcelona) que al principio le costaba 385 euros mensuales. El propietario era Banco Sabadell, pero cuando faltaba poco para acabar el contrato, el banco lo vendió al fondo buitre Azora. Si quería renovar y quedarse en su casa, la empresa notificó a Silvia que su alquiler subiría a 690 euros en los siguientes tres años, y a 897 euros los cuatro que quedarían hasta su finalización. «Yo era consciente de que habría una subida, pero triplicar el alquiler es otra cosa. Este piso no lo vale», explica Silvia por teléfono a Público.»